FAQ inducción
Placas de inducción

Las placas de inducción están compuestas por una superficie de cristal cerámico que se calienta rápidamente. Consume hasta un 20% menos de electricidad, por lo que es más eficiente y nos ayudará a ahorrar energía.

Funcionan con energía eléctrica mediante campos magnéticos. Hay bobinas de inducción de hilo de cobre situadas debajo del cristal. Si se suministra corriente eléctrica a una zona de cocción encendiéndola, la bobina crea un campo magnético que actúa directamente sobre la base del recipiente calentándolo.

Todo el calor producido se concentra en la olla sin dispersiones, los tiempos de cocción se reducen muchísimo, hay un menor peligro de quemaduras, se apagan automáticamente cuando ya no sienten el peso de la olla. Además, si tocamos la superficie de la placa de inducción no nos quemaremos ya que el calor se genera mediante ondas magnéticas que, sin calentar el foco ni la placa, va directamente al recipiente.

Solo se activa cuando se coloca un recipiente adecuado, la placa reconoce el tamaño del recipiente con el que estamos cocinando y suministra la energía justa para su cocción, reduciendo así el tiempo y el consumo eléctrico.

La cocción por inducción supone un cambio radical en la forma tradicional de calentamiento, ya que el calor se genera directamente en el recipiente. Esto nos proporciona numerosas ventajas:

- Ahorro de tiempo al cocinar y freír.

- Ahorro de energía.

- Cuidados y limpieza más sencillos.

- Los alimentos que hayan rebosado no se queman con tanta rapidez.

- Control de calor y seguridad, la placa suministra o corta energía inmediatamente al cambiar los ajustes con el mando de control. La zona de cocción por inducción deja de suministrar potencia si se retira el recipiente sin haberlo desconectado previamente.

- Es resistente a golpes y a altas temperaturas, además cuenta con sensores que desconectan la placa en caso de sobrecalentamiento.

Necesitan ollas adecuadas con fondo ferroso, en algunos países un contrato eléctrico de potencia superior al promedio para la utilización de varios electrodomésticos al mismo tiempo y tienen un precio mayor que las otras.

Solo los recipientes ferromagnéticos son adecuados para cocinar con inducción, como, por ejemplo:

- Acero esmaltado

- Hierro fundido

- Recipientes especiales para inducción de acero inoxidable

Para comprobar si los recipientes son adecuados para inducción puedes consultar el capítulo correspondiente en el manual de instrucciones. Para obtener buenos resultados de cocción, es recomendable que el diámetro del área ferromagnética del recipiente se ajuste al tamaño de la zona de cocción. Si el recipiente no es detectado en una zona de cocción, prueba en la zona de diámetro inmediatamente inferior.

Las características de la base de los recipientes pueden influir en la homogeneidad del resultado de la cocción. Utilizar recipientes fabricados con materiales que ayudan a difundir el calor, como recipientes "sándwich" de acero inoxidable, reparten el calor uniformemente, ahorrando tiempo y energía.

Si la base del recipiente solo es parcialmente ferromagnética, únicamente se calentará esa área. Esto puede suponer que el calor no se distribuya de manera uniforme. Por lo tanto, la zona no ferromagnética puede quedar sin temperatura suficiente para cocinar. Por eso, recomendamos el uso de recipientes con una base completamente ferromagnética.

Los recipientes con zonas de aluminio insertadas en la base reducen el área ferromagnética, por lo que puede haber problemas de detección del recipiente o incluso no ser detectado por lo que podría no calentarse lo suficiente.

Las placas de inducción deben tener la base ferromagnética.

Puede comprobar si sus ollas y sartenes son adecuadas haciendo la prueba del imán. Acerque un imán a la base del utensilio; si lo atrae, es que es adecuado para inducción.

Los utensilios de acero inoxidable, aluminio y cobre sin una base ferromagnética no son aptos para inducción.

Si no se coloca un recipiente sobre la zona de cocción seleccionada, o este no es del material o tamaño adecuado, el nivel de cocción que se visualiza en el indicador de la zona de cocción, no funcionará y automáticamente se apagará.

No debe de calentar recipientes vacíos, ni utilizar recipientes con base fina. Un recipiente vacío puede calentarse tan rápidamente que incluso no funcione el sistema de seguridad y alcance una temperatura muy alta.

Cada zona de cocción tiene un límite mínimo de detección del recipiente. Esto depende del diámetro ferromagnético y del material de la base del recipiente. Por este motivo, se debe utilizar la zona de cocción que más se adecue al diámetro de la base del recipiente que se está utilizando.

Instalación

La correcta instalación de la cocina es determinante para el buen funcionamiento de la misma. Sigue siempre el manual de instrucciones para su instalación.

La cocina tiene que instalarse siempre a nivel, ayudándose de una guía para regular las cuatro patas. También se tiene que respetar la distancia mínima recomendada entre la encimera, el mueble y la campana, para garantizar el funcionamiento con total seguridad.

La placa de cocción debe alimentarse. Si funciona con electricidad es suficiente una toma de corriente.

La campana extractora equipa la placa de cocción y es fundamental para que la cocina tenga una duración más larga. Los modelos clásicos de campana integrada en el mueble colgante o campana de pared tienen la salida en la pared, mientras que es de techo para cocinas con configuración de isla o península. Para las placas de inducción y vitrocerámicas, en las cuales no hay llama, es posible considerar también la campana escamoteable en la encimera, colocada detrás, al lado o hasta integrada en la placa de cocción.

La placa de cocción debería encontrarse cerca del horno para crear una sola zona de cocción y tener por ambos lados unas encimeras para apoyar y trabajar. Aún mejor posicionarse para que sea natural pasar desde el fregadero, a la encimera de trabajo, a la placa de cocción hasta las columnas con horno y despensa. De esta forma se facilita a quien cocina permitiendo movimientos naturales y eficientes.

La solución angular, más utilizada en las cocinas clásicas que en las contemporáneas, en general no se recomienda porque necesita utilizar en una posición particular un mueble bajo con la parte superior dejada vacía para la instalación de la placa de cocción, haciendo deslizar la unión de 45° del ángulo precisamente hacia la placa, aumentando así las posibilidades de infiltraciones de agua y vapor.

Para aumentar la duración de las columnas, es mejor no colocar sus costados al alcance de salpicaduras de alimentos y vapor excesivo. Se recomiendan como mínimo 30 cm de distancia.

Detrás de la placa de cocción y posiblemente al lado si se encuentra en posición angular, es necesario colocar un respaldo, que puede tener distintas alturas, para tener una superficie fácil de limpiar de las salpicaduras, inevitables mientras se cocina y para proteger la pared de los vapores.

Quedan rechazados todos los productos mal instalados, sin la ventilación adecuada, la ventilación en este tipo de aparatos es crucial para su funcionamiento y prolongar su vida útil.

Pequeñas averías y mantenimiento

Como siempre en Infiniton te echamos una mano con tu placa para sacarle todo su partido. En algunas ocasiones te pueden surgir algunas dudas sobre su mantenimiento o pequeñas averías que tú mismo puedes resolver.

Esto es debido a que la placa no está detectando correctamente su olla/sartén, si aun cambiándola sigue sin funcionar, póngase en contacto con el servicio técnico.

Compruebe su instalación para cerciorarse que ha realizado las conexiones correctamente, asi como su instalación eléctrica, si aun así sigue sin funcionar, póngase en contacto con el servicio técnico.

Si la placa de inducción se apaga durante la cocción, es posible que la ventilación sea insuficiente. Además, el ruido de funcionamiento de los ventiladores aumenta porque las bobinas de inducción deben enfriarse. y la placa se apagará automáticamente mientras se sobrecalienta.

Si la placa de inducción se apaga durante la cocción, es posible que la ventilación sea insuficiente. Además, el ruido de funcionamiento de los ventiladores aumenta porque las bobinas de inducción deben enfriarse. y la placa se apagará automáticamente mientras se sobrecalienta.

Pueden producirse ruidos en función del material de la base del recipiente. Estos ruidos son normales, forman parte de la tecnología de inducción. No son un indicador de que se haya producido una avería. Estos son los tipos de ruidos que pueden sonar:

Un zumbido profundo como en un transformador: se produce al cocinar con un nivel de potencia elevado. Este ruido desaparece o se debilita en cuanto disminuye el nivel de potencia.

Un pequeño silbido: se produce cuando el recipiente se encuentra vacío. Este ruido desaparece en cuanto se introduce agua o alimentos en el recipiente.

Crepitar: se produce con recipientes que están compuestos de diferentes materiales superpuestos o al utilizar al mismo tiempo recipientes de tamaño y material diferente. La cantidad y la manera de cocinar los alimentos pueden hacer variar la intensidad del ruido.

Unos silbidos agudos: se pueden producir cuando se ponen en marcha dos zonas de cocción al mismo tiempo y con el máximo nivel de potencia. Estos silbidos desaparecen o son más escasos tan pronto como se disminuye la potencia.

Ruido del ventilador: la placa de cocción está provista de un ventilador que se activa cuando la temperatura detectada es elevada. El ventilador también puede funcionar, después de que se haya apagado la placa de cocción, si la temperatura detectada es todavía demasiado elevada.

Sonidos acompasados y similares a las agujas de un reloj: este ruido sólo se presenta cuando están en funcionamiento tres o más zonas de cocción. El ruido desaparece o se reduce cuando se apaga alguna zona de cocción.

Debes asegurarte de que no estás utilizando más potencia de la que tienes contratada en tu vivienda. También comprueba que la instalación este correctamente.

Si esta todo correcto, contacta con nuestro Servicio Técnico Oficial.

Es completamente normal en cocciones prolongadas o frituras de alta temperatura. Tu placa está equipada con sensores en los elementos calefactores que detectan el exceso de temperatura y producen una reducción automática de la potencia.

El cristal cerámico es muy duro, pero frágil. Los impactos producidos por objetos que caigan sobre el cristal pueden romperlo. Intenta evitar colocar objetos que puedan caerse sobre la placa. Las esquinas del cristal son más delicadas. Ten cuidado sobre todo con los golpes de ollas, tapas y otros utensilios en estas áreas.

Tampoco utilices productos que puedan dañarla, como estropajos metálicos o productos abrasivos, pueden estropear, rayar e incluso eliminar el brillo de la placa. También debemos evitar los limpiadores que contienen amoniaco o cloro, los más abrasivos o inflamables y los productos para lavavajillas.

Asegúrate que la placa está fría, y no utilices productos que puedan dañarla, como estropajos metálicos o productos abrasivos.

Haz una primera limpieza con agua y jabón líquido. Puedes ayudarte con una rasqueta de vitrocerámica para eliminar restos pegados. Usa un paño húmedo para retirar estos primeros restos.

A continuación, usa un limpiador para un acabado brillante. Aplica, extiende y retira el producto con un paño húmedo y papel de cocina. Ya tienes tu placa limpia y preparada para seguir cocinando.

Límpiala con regularidad, mejor si es después de cada uso. La suciedad se acumula y, por muy pequeña que sea, se quema cuando vuelves a poner la vitrocerámica en marcha, y esto le resta eficacia.

Las cacerolas y sartenes utilizadas no deben tener fondos rugosos, ya que estos pueden rayar la placa de cocción. No se debe tampoco preparar ninguna comida en láminas ni en recipientes de aluminios o de plástico; si utilizas este tipo de materiales puedes deteriorar el cristal de tu placa e incluso perder la garantía. Los fondos de olla o sartenes, así como las zonas de cocción que se vayan a utilizar deberán estar limpios y secos antes de usarlos.

Utiliza recipientes con el mismo diámetro que la zona de cocción y colócalo lo más centrado posible. No olvides utilizar tapas para cerrar las cacerolas y evitar así alargar los tiempos de cocción.